El Llanto, un Mecanismo de Comunicación

 

¿Qué hago si mi hijo llora mucho?

El llanto de los niños responden a una infinidad de factores, una de ellas es el desapego. Trabajar con el vínculo es muy importante.

Vínculo teoría del apego

Los vínculos tienen relevancia para el desarrollo y el funcionamiento de la personalidad a lo largo del ciclo vital y particularmente en la infancia y en la adolescencia. El comportamiento, la personalidad y la identidad son aspectos que dependen del vínculo y el proceso sano del apego y desapego. 

       La Teoría del Apego debe su existencia al psicoanalista al británico John Bowlby (1907- 1990). Al finalizar la II Guerra Mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó un estudio sobre las necesidades del niño sin familia. Bowlby se encargaría de los aspectos de salud mental. Su investigación se basó en el efecto de la privación materna. En “Cuidados maternos y salud mental “(1951), en esta investigación expone los efectos desfavorables de la privación de la figura materna y apunta los medios para prevenir dicha privación.

Lo primero que necesitamos comprender es que el proceso del vínculo el apego y el desapego, están relacionados con la supervivencia de la especie, y que esa tendencia es independiente de otras necesidades (como la alimentación). Pero al ser un aspecto de supervivencia estamos involucrando al cerebro reptiliano, que como ya te compartí es la llave del aprendizaje y el comportamiento. Eso significa que el apego no tiene nada que ver con la alimentación. Es decir, el apego existe, aunque la figura de apego (mamá) no amamante al bebé.

Por esta razón es tan importante curar emocionalmente a los niños dados en adopción, los huérfanos o los que son abandonados o separados por otras circunstancias como la necesidad de llevarlo a la guardería. Un vínculo afectado da como resultado la ansiedad, la ira, la depresión y el alejamiento emocional que se forman como consecuencia de la separación indeseada y de la pérdida afectiva.

Otras circunstancias pueden ser embarazos no deseados, violaciones y el miedo a la maternidad que generan sentimientos de culpa o angustia durante el desarrollo gestacional. Esto sucede porque el apego inicia, precisamente, durante el embarazo. 

Puntos clave del apego

    Apego a lo largo de la vida. Si bien los modelos internos o mapas representacionales se forman rápidamente desde el inicio de la vida (Bolwby, 1969, 1980, 1995, 1997, 2003). La teoría de la mente sería una adquisición del desarrollo, la cual emergería de la relación que los niños establecen con sus figuras de apego. Esta representación estaría en estrecha relación con la capacidad de mentalización o teoría de la mente que éstos tengan. (J.R. Pinedo 2006). La teoría de la mente se puede describir como la habilidad que tú y yo tenemos para para atribuirle estados mentales a otras personas. 

Apego seguro Los niños dependen de las representaciones que los adultos hacen acerca de sus necesidades. Tenemos una tendencia a sobreproteger o dejarlos que aprendan a la mala. Son extremos que he encontrado en todos los padres que me consultan por problemas de conducta. Nadie nos dice cómo educar a los hijos y es algo complicado. Son seres humanos con características únicas y debemos resaltarlas y empoderarlas. 

Por lo tanto, un apego seguro es cuando respondes a sus necesidades emocionales y los enseñas a regularlas. Es decir, el hijo sabe que mamá, papá o su cuidador es sensible a sus necesidades. Reconocen que el llanto tiene muchas variantes y que puedes llorar por muchas diferentes razones. Tu hijo sabe que no está solo. Al mismo tiempo estará recibiendo información asertiva sobre el comportamiento. Cuando no hemos logrado un apego seguro, las consecuencias son catastróficas. Recuerda, tienes mucha información en los libros que tenemos para ti en Amazon.

El vínculo del apego se genera por:

a) Conductas de apego. Es decir, el bebé permite, de alguna manera, que mamá o la persona que lo cuida se le acerque y permanezca con él. Puede demandar esta presencia a través de gritos, sonrisas, agitación motriz, seguimiento visual y auditivo. El bebé no es alguien pasivo. 

b) Sentimientos de apego. Inicia en el embarazo con la transmisión emocional de aceptación del embarazo y el compromiso con el desarrollo de ese ser humano. Implica sentimientos y expectativas sobre cómo el otro se relacionará con nosotros. Una buena relación de apego da como resultado sentimientos de afirmación y seguridad. El bebé es capaz de entender lo que está pasando con mamá con respecto a su vida y protección. 

Si la madre tiene sentimientos encontrados porque no está segura de querer tener el bebé, esos sentimientos se transmiten al bebé y los interpreta como una amenaza a su vida. Por supuesto este es un análisis subjetivo de acuerdo a las investigaciones que se han podido hacer. 

c) Representación mental. La información que se va grabando en la amígdala cerebral del bebé (cajita de Pandora), es la representación interna que hace el niño de la relación de apego. Es decir, son los recuerdos de la relación que se generó a partir del momento en que fue concebido y empezó a latir su corazón (21 días). 

Representaciones mentales VS comportamiento

Se van creando o generando representaciones dinámicas que cambian durante el desarrollo gestacional para adaptarse a los diferentes periodos de los ciclos vitales. Hay que recordar que la formación del sistema nervioso no es un ciclo vital y se ven afectados los procesos cognitivos y comportamental cuando no hay un buen funcionamiento del apego. Este tema de lo dejo más claro con la presentación que pondré en Instagram.

El apego es la hermana de la socialización primaria de los seres humanos. Con este proceso podemos relacionarnos con las demás personas si hemos adquirido la seguridad y protección de mamá y papá. Inicia en el embarazo y debe ir dejándolo alrededor de los dos años cuando empezamos a construir el desapego y la libertad emocional del niño. 

La falta de apego o un apego no sano o incompleto genera alteraciones en la personalidad, el carácter, la identidad, la pertenencia y la interacción social. Cuando en el proceso se da se adquiere un apego seguro, el bebé en una situación extraña, presenta angustia ante las separaciones de los padres o los cuidadores y al retornar estos la calma vuelve. En esta interacción el bebé recupera la calidez, confianza y seguridad. 

Este proceso repercute en la conducta del adolescente originando un chico seguro. Sin embargo, si el apego no ha sido el correcto los jóvenes presentaran síntomas de angustia, hostilidad y estrés. Desafortunadamente no es algo que nos enseñen como padres de familia. Cuando hay un apego seguro los chicos no tiene problemas con la cercanía, la interdependencia y son capaces de manejar periodos de estrés y el manejo de la vergüenza que biene con el cambio propio de la pubertad. 

Apego sano

¿Qué implica que el niño tenga un apego sano? Significa que el uso de la resiliencia es prácticamente automático. Los niños pueden manejar eventos de ira, frustración o estrés sin perder la calma.  Mientras que, en el adulto, se ha encontrado que expresan mayor alegría. Tienen menos periodos de tristeza. Hacen un buen manejo de la soledad y son capaces de llevar a cabo proyectos de vida que les den calma y libertad emocional. 

¿Qué es lo más importante para desarrollar un apego sano?

Tener la capacidad de animar e interactuar con el niño. Ser sensible y empático a las señales emocionales y habilidades para manejar y modificar conductas en respuesta a las señales del niño. 

Cuando el apego no es el correcto puede aparecer un apego evitativo o ambivalente. En el evitativo los padres ignoran los sentimientos del niño dejándolo solo para que lidie con su tristeza o emociones de abandono. Lo que el niño hace es evitar expresar sus emociones guardando todo en su memoria emocional. La consecuencia obvia es que saldrá a la luz en la adolescencia y no sabes cuál será su comportamiento o reacción hacia ciertos eventos. Por eso el nombre de cajita de Pandora, cualquier actitud o comportamiento puede surgir.

Apego ambivalente

Luego tenemos el apego ambivalente. En este proceso de enseñar a los niños, los padres de familia no son congruentes todo el tiempo. Si están de buenas son tolerantes. Sin embargo, si por el contrario han perdido la paciencia, gritan, insultan, zarandean y maltratan emocionalmente al niño. Tu hijo guardará, como consecuencia, muchos resentimientos y rencores. Los niños se pueden confundir. Tu hijo no sabe muy bien cómo reaccionar porque tú no tienes un comportamiento constante ante los eventos de angustia, tristeza o soledad. Somos ejemplo. Somos su espejo. 

Lo que queda ahora es enseñar a nuestros hijos a regular sus emociones y para eso tenemos las siguientes estrategias: 

»      Compaginar las tareas parentales con el resto de las facetas de tu vida adulta.

»      Es importante que encuentres algo de tiempo para ti y tus necesidades emocionales y de distracción. 

»      También es fundamental disfrutar de las relaciones sociales. Procura mantener una relación saludable con tu pareja en todo momento.

»      La negociación y acuerdo entre todos los miembros de la familia es fundamental para que nadie quede relegado o fuera de la jugada.

»      Es posible que tomes la decisión de llevar a tu hijo a otro lugar, fuera de casa, para que lo cuiden. Eso es viable. Sin embargo, habrá que trabajar con más ahínco el vínculo de apego y preparar al bebé para los nuevos cuidadores. Los familiares o amigos constituyen la opción más económica que, además, asegura el ambiente de cariño y la seguridad de tu bebé.

Equilibrio paterno-materno

Pueden surgir preguntas como en los casos de un solo progenitor. Es posible lograr equilibrio con un buen uso del contacto y preparación del bebé y obtener resultados excelentes. Todo está en la convivencia y el manejo de las culpas. Si lo haces con culpa será muy sencillo que tu hijo lo capte y lo use a su favor. La culpa es un método de manipulación que los niños entienden y usan muy bien. 

Sin importar si hay un padre o dos, los niños se adaptan fácilmente si generas un vínculo positivo y les haces ver, desde el principio, que no hay culpables. Fue tu decisión que así fuera en caso de que esa sea la situación. Si esa no es, la que sea, déjasela saber con madurez. Recuerda que ellos saben si les mentimos. Eso no nos ayuda para nada con el liderazgo. 

La cultura, las costumbres y las creencias surgen al interior de la familia. El tipo de familia que hayas decidido construir, debe ser aceptada positivamente por tus hijos. Cree en ti para que ellos puedan creer en ti. Tu seguridad es su propia seguridad. Si les das fortaleza durante el desarrollo emocional y su crecimiento biológico, serán niños preparados para cualquier persona o circunstancia que se les presente en su vida. 

El autoconcepto se va formando desde el vientre materno. De tal manera que el vínculo y la forma en que lo trabajes será tu mejor legado. 

Si en casa existe un problema con el apego-desapego y crees que es necesario hacer algo más por tus hijos, antes de la hipnopedia te recomiendo una lectura interesante “El apego en psicoterapia”.  Esperamos ser de ayuda en la formación integral de la familia. 

Yo soy Zelidéh López y ha sido un placer escribir este artículo para ti. Si nos dejas tus comentarios, sugerencias o preguntas, nos ayudas a mejorar. Saber que lo que hacemos ayuda a alguien más es una bendición compartida. Gracias. Esta es la labor de escuela para padres “Hijos modernos necesitan padres modernos. Hasta la próxima. 

 

 

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