Llanto Infantil: ¿Por Qué Te Enojas Tanto Cuando Tu Hijo Llora?

 


Llanto, me enojo cuando llora mi hijo

 

Llanto ¿Por qué me enojo tanto cuando mi hijo llora?

 

 

Es completamente normal experimentar emociones intensas cuando tu niño llora, especialmente si te sientes frustrado, impotente o preocupado por no poder calmarlo o entender la razón de su llanto. Los niños que no hablan y sobre todo los bebés, utilizan el llanto como un sistema de comunicación. Aprender las diferentes tonalidades es necesario para entender a tu bebé de una mejor manera. 

Esto puede ser difícil para las mamás trabajadoras y que, por necesidad, ponen al bebé en una guardería. Les costará más trabajo aprender las tonalidades del llanto y lo que le niño quiere manifestar o comunicar. Sin embargo, no es imposible. La base de todo es la comunicación con sus cuidadores.


Te comparto algunas posibles razones por las cuales podrías sentirte enojado en esas situaciones:

  1. Frustración: El llanto constante o difícil de calmar puede ser frustrante, especialmente cuando has intentado varias cosas y no parece haber una solución inmediata. Cuando los bebés están irritables es difícil calmarlos. Detectar la causa es fundamental
  2. Fatiga: El cansancio físico y emocional puede exacerbar tus emociones, haciendo que te sientas más irritable o sensible. Eso mismo puede estar pasándole al bebé. Lo más importante es que tu descanses. Recuerda que no puedes dar lo que no tienes. Si tu bebé necesita calma, tú debes estar muy calmada, relajada y tranquila. 
  3. Preocupación: El sollozo de un niño puede generar preocupación sobre su bienestar, su salud o si están sintiendo dolor. Muchas veces esta relacionado con el entorno, con la luz o la temperatura externa. 
  4. Sentimientos no expresados: A veces, el enojo puede ser una manifestación de otros sentimientos que no has identificado o expresado, como ansiedad, miedo o estrés. Hablaremos de la ansiedad posparto en el siguiente artículo. Sentirse mal es normal, que eso no te cause conflicto ni sentimiento de culpa. 
  5. Expectativas no cumplidas: Si tenías una expectativa de calma o silencio y el llanto del bebé interfiere con eso, puedes sentirte frustrado. Sobre todo si no has dormido bien, estás trabajando o atiendes muchas más cosas que requieren de tu energía y atención. 
  6. Sentido de incompetencia: Sentir que no puedes calmar a tu hijo puede hacerte sentir incompetente o inadecuado como padre/madre, lo cual puede generar enojo hacia ti mismo/a o hacia la situación. Como te dije, sentirse mal esta bien. Eso nos pasa a todas las madres y con cada hijo. Nunca aprendes lo suficiente. Sobre todo, si alguno de los embarazos fue más complicado que el otro. 

         Es importante reconocer estos sentimientos y abordarlos de manera constructiva. Si estás en el momento en el que el llanto de tu hijo te saca de tus casillas entonces necesitas una pausa y pensar en ti. Algunas estrategias que te pueden ayudar son:

  • Respira profundamente: Antes de reaccionar, toma unos momentos para respirar profundamente y calmarte. Existen extraordinarios ejercicios para la respiración consiente. 
  • Identifica tus emociones: Trata de identificar qué emociones específicas estás experimentando (frustración, preocupación, etc.) y por qué las sientes. Es posible que tengas voces a tu alrededor presionándote o criticándote porque no callas al bebé. 
  • Comunícate: Habla sobre tus sentimientos con alguien de confianza, como tu pareja, un amigo o un profesional de la salud mental. Sólo es muy difícil poder controlar o entender tus emociones. La inteligencia emocional se construye, también, usando la comunicación con otros. 
  • Cuida de ti mismo/a: Asegúrate de tomarte tiempo para ti mismo/a, descansar lo suficiente y buscar apoyo cuando lo necesites. No eres todóloga, eres un ser humano y requieres tu tiempo y espacio. 
  • Acepta que es normal: Entender que es normal sentirse abrumado por el llanto de un niño pequeño puede ayudarte a manejar mejor tus emociones.

Recuerda que ser padre/madre conlleva una amplia gama de emociones y que es importante ser comprensivo/a contigo mismo/a mientras aprendes y creces junto con tu hijo/a.


 ¿Qué hacer para aguantar el llanto de un bebé?

1.    Mantén la calma: Respira profundamente y trata de mantener la calma. Si te sientes estresado o frustrado, tomarte un momento para calmarte puede ayudar.

2.    Revisa las necesidades básicas: Asegúrate de que el bebé no tenga hambre, esté cómodo (pañal limpio, temperatura adecuada), y no tenga dolor físico (como cólicos).

3.    Prueba diferentes técnicas: Intenta mecer al bebé suavemente, cantarle, hablarle en voz baja, o usar sonidos tranquilizadores como el ruido blanco.

4.    Busca apoyo: Si estás muy cansado/a o abrumado/a, pide ayuda a tu pareja, familiares o amigos para que te den un descanso.

5.    Consulta con un profesional: Si el llanto persiste y te preocupa, consulta con un pediatra para descartar posibles problemas médicos.

Ejercicio sugerido: Práctica de mindfulness o atención plena.

Cómo hacerlo: Cuando te sientas abrumado/a por el llanto del bebé, intenta practicar la atención plena. Concéntrate en tu respiración durante unos minutos para ayudarte a mantenerte calmado/a y presente en el momento. Esto puede reducir la reactividad emocional y permitirte responder de manera más efectiva al llanto del bebé.


¿Cómo lidiar con el llanto de un niño?

1.    Escucha activamente: Trata de entender por qué está llorando escuchando atentamente y mostrando empatía. Hay bebés que toman la separación como abandono y requieren más tiempo de convivencia. 

2.    Ofrece consuelo: Abraza a tu hijo/a, acarícialo/a suavemente y asegúrale que estás allí para él/ella. Esto es muy necesario si no tuviste un parto sónico y tu embarazo fue estresante. 

 



3.    Ayuda a expresar emociones: A veces los niños lloran porque están frustrados o enojados. Anímalos a expresar lo que sienten con palabras.

4.    Resuelve la causa: Trata de identificar y abordar la causa del llanto, ya sea cansancio, hambre, dolor físico, o emociones intensas. Todo cuenta. Observa con atención que cosas alteran a tu bebé y toma nota. 

5.    Establece rutinas reconfortantes: Las rutinas predecibles (como una rutina de sueño) pueden ayudar a reducir el llanto si el niño se siente seguro y cómodo.

Ejercicio sugerido: Comunicación consciente con tu hijo/a.

Cómo hacerlo: Cuando tu hijo/a esté llorando, practica escuchar activamente y responder con empatía. Hazle preguntas abiertas para entender mejor sus sentimientos y necesidades. Por ejemplo, "Parece que estás muy triste. ¿Quieres hablar sobre lo que te está molestando?" Esto fortalece el vínculo emocional y ayuda a tu hijo/a a sentirse comprendido/a.



¿Qué es el llanto neurogénico?

El término "llanto neurogénico" se refiere a un tipo de llanto que está asociado con trastornos neurológicos, como lesiones cerebrales, enfermedades neurodegenerativas o trastornos del sistema nervioso central. Este tipo de llanto puede ser incontrolable y no necesariamente está relacionado con emociones específicas del momento.

Ejercicio sugerido: Educación sobre la condición neurológica y apoyo emocional.

Cómo hacerlo: Si tu hijo/a experimenta llanto neurogénico debido a una condición neurológica, es crucial educarte sobre la condición junto con el apoyo médico adecuado. Busca recursos médicos confiables y grupos de apoyo para familias que enfrentan situaciones similares. Esto puede ayudarte a manejar mejor las emociones y proporcionar el apoyo necesario a tu hijo/a.



¿Qué hacer cuando tu hijo llora?

Evalúa la situación: Intenta determinar por qué está llorando tu hijo/a observando si tiene hambre, está cansado, necesita un cambio de pañal, está abrumado emocionalmente, etc.

1.    Ofrece consuelo: Bríndale afecto y seguridad física, como abrazos o caricias suaves.

2.    Escucha y valida sus emociones: Permítele expresar lo que siente y valida sus emociones, incluso si no puedes resolver la causa inmediatamente.

3.    Responde de manera calmada: Mantén la calma mientras intentas calmar a tu hijo/a para ayudarlo/a a sentirse seguro/a y comprendido/a.

4.    Consulta si es necesario: Si el llanto es persistente o te preocupa, no dudes en consultar con un pediatra para descartar problemas de salud.

Cómo hacerlo: Cuando te enfrentes al llanto de tu hijo/a, asegúrate de priorizar tu propio bienestar. Toma descansos cuando sea necesario, practica técnicas de relajación como respiración profunda o yoga, y busca apoyo emocional de amigos, familiares o grupos de padres. Esto te ayudará a mantener la calma y a responder de manera más efectiva a las necesidades de tu hijo/a.



Libro 

¿Cómo identificar los diferentes tipos de llanto?

Identificar los diferentes tipos de llanto en los bebés puede ser desafiante, pero con el tiempo puedes aprender a distinguir entre ellos. Te comparto algunas pautas generales:

1.    Llanto de hambre: Es más agudo y se intensifica gradualmente. Puede ir acompañado de movimientos de búsqueda con la boca y chupeteo.

2.    Llanto de cansancio: Es generalmente monótono y puede incluir frotarse los ojos o agitarse.

3.    Llanto por malestar físico: Puede ser repentino y agudo. Presta atención si el bebé se toca una parte del cuerpo específica o tiene señales visibles de malestar.

4.    Llanto por incomodidad: Es intermitente y puede ocurrir si el bebé tiene frío, calor, o algo lo está molestando físicamente.

5.    Llanto por necesidad de consuelo emocional: A menudo es más suave y puede ir acompañado de gestos como buscar contacto físico, como abrazos.

Ejercicio sugerido: Observación consciente y registro de patrones.

Cómo hacerlo: Dedica tiempo a observar y registrar los diferentes tipos de llanto que emite tu bebé en diferentes situaciones. Lleva un diario o usa una aplicación para registrar cuándo y por qué llora, y cómo respondes. Con el tiempo, podrás identificar patrones y señales que te ayudarán a entender mejor las necesidades específicas de tu hijo/a y a responder de manera más efectiva.

Te voy a compartir una experiencia personal. 

Experiencia personal

Mi bebé tenía 3 meses de nacido y fuimos de vacaciones a un lugar cerca de la playa. Cuando llegamos al hospedaje el bebé estaba llorando mucho. Todos creímos que era cansancio. Lo refresqué, lo cambié, le puse una ropa más adecuada con el clima  e intenté darle de comer. Paso, nuevamente de brazo en brazo, el bebé no dejaba de llorar. No tenía fiebre así que respiré con calma, me alejé de todos los que querían opinar para calmar al bebé y me encerré sola con mi bebé en el cuarto. 

Nuevamente lo encueré y lo revise pulgada por pulgada, dedito por dedito, orejas, manos, pies y fue entonces que descubrí la causa. El bebé tenía enredado en su dedito del pie un cabello que lo estaba cortando. Imagínate, un cabello de su madre enredado en su dedito. Cuando se lo quite ya estaba rojo y con algunas parte con sangre. Le di masaje , lo curé y lo volví a vestir. Había llorado tanto que de inmediato se quedó dormido. 

Tener calma y buscar las causas puede ser la diferencia. Te juro que fue una experiencia terrible porque ya habían pasado horas y mi bebé no se calmaba. Yo ya estaba llorando. Recordé que la calma es fundamental y puse manos a la obra. 

Integrar estos ejercicios en tu vida diaria puede contribuir significativamente a manejar mejor las emociones y situaciones relacionadas con el llanto de los niños, promoviendo tanto tu bienestar como el de tu hijo/a.

Es importante recordar que cada bebé es diferente, y con el tiempo, aprenderás a reconocer los patrones únicos del llanto de tu hijo/a y cómo responder mejor a sus necesidades emocionales y físicas.

Yo soy Zelidéh López y es un gusto compartir contigo. Saludos y bendiciones. Recuerda:

“Cuando educas a tus hijos ellos aprenden y tú también.”


 

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